Algo Extraño En Mi Armario 2

AUTORA: PATRICIA CD

Me quede de piedra al leer la nota de mi casero, me había descubierto, nunca pensé en que el tenia una copia de las llaves y que podría venir a mi piso algún día, nunca lo había hecho pero esta vez sí. Entro por que no estaba yo y por una buena causa y es normal que quiera ver como esta su casa de alquiler.

Yo no suelo dejar rastro de mis juegos sexuales cuando me voy a trabajar pero ese día por la excitación estuve hasta tarde masturbándome y deje las cosas por ahí tiradas.

Quedaba ya poco para que se acabara la tarde y Félix el casero estaría a punto de llegar, como en la nota no ponía nada de que estuviera vestida de nena, decidí no vestirme por lo que pudiera pasar aquella noche. Al rato sonó el telefonillo era Félix, le abrí el portal y los minutos que pasaron desde que el entro al portal hasta que llamo a mi puerta se me hicieron eternos y estaba súper nerviosa.

Llamo a la puerta y le abrí temblorosa pero como si no hubiera sucedido nada de nada, allí estaba Félix era un hombre de unos 50 años regordete con coronilla y barba negra, siempre me había parecido que tenía cara de viejo verde que le excitaban las niñas jovencitas, pero quizás me equivocaba.

-Hola José ¿que tal estas? ¿Cómo va todo?

- Bien con mucho trabajo en la oficina no me puedo quejar

-Bueno mira José, voy a ir al grano, déjame que te explique. Como el martes pasado vine a tu casa a reparar la caldera, un cambio de gomas y un pequeño mantenimiento, prefiero hacerlo yo ya que si llamo a un técnico me cobrara el trabajo de una hora y en 10 minutos esta echo y según están las cosas, además por cosas como estas puedo alquilar el piso más barato y encontrar gente de confianza como tú que paga todos los meses a día 1.

- Si Félix en eso estoy de acuerdo, te ahorras un dinero y así no me subes el alquiler que con la rebaja a los funcionarios ahora voy un poco más justo al mes.

-      Pues eso y bien como escribí en la nota decidí echar un ojo a la casa y sin querer vi que tenias 2 armarios un poco raro para una casa tan pequeña donde solo puede vivir una persona y cuál fue mi sorpresa que uno estaba lleno de ropa y complementos de mujer.

La cosa me extraño y decidí venir al día siguiente para ver que estaba pasando en mi casa y me encontré con un condón lleno de semen en la mesa, un consolador remojándose en la pila del baño y en tu habitación ropa de tía tirada por el suelo y un camisón negro con una corrida seca y para colmo una peli porno de tíos en mi Dvd ¿me lo puedes explicar?

Me quede pálida no sabía que contestar, hubo unos segundos de silencio total hasta que Félix dijo:

-      Tranquila he estado con mas chicas como tú, quedo con ellas por internet y siempre voy a sus casas para tirármelas vestidas de nena sabes me gusta mucho, me encanta el sexo anal y por eso soy bisex además siempre follan gratis estoy cansado de ir al polígono a buscar veinte añeras se están subiendo a la parra esas niñas.

Martita, La Travesti De Closet Con Una Profesional

AUTORA: MARTITA CLOSET

Hola a todos, ya hace bastante tiempo de mi último relato, pero sólo puedo escribir a temporadas, puesto que no dispongo de todo el tiempo que quisiera para ello, aunque muchos de vosotros me habéis mandado correos diciéndome lo que os han gustado mis escritos y animándome a seguir en la tarea, hecho por el cual me animo siempre a volver a publicar. Muchas gracias a todos.

Mi nombre de putita es Martita, soy una travesti de closet que lleva un par de años descubriendo el mundo de la “carne”, puesto que antes me limitaba a comprarme ropita, encerrarme en casa y darme placer con mis consoladores. Pero se puede decir que me abrí al mundo, nunca mejor dicho, y poco a poco comencé a comer pollas y cumpliendo las fantasías de toda una zorrita de closet como yo, entre las cuáles estaba la de ser follada por una polla de verdad.

 En los relatos que tengo publicados os cuento un poco mis inicios y cómo fueron mis primeras mamadas. Algún día me animaré a contar cómo fue la primera vez que me follaron… Pero mi relato de hoy cuenta mi experiencia con una transexual que contraté. Mi primer relato ya hablaba de cuando empezaba y busqué a una transex para poder comerme mi primera polla de verdad, cosa que logré, pero no tuve aún la osadía suficiente para follarme aquel mástil, y por el momento me quedé saciada con tener aquella barra de carne en mi boca.

 Pero esta vez fue diferente. A penas había tenido un par de experiencias “completas” como mujer, y las pollas que me habían follado eran, por qué no decirlo, pequeñas. No es que tuviera mucho donde comparar, pero acostumbrada al consolador que se comía mi culo, las pocas experiencias que había tenido no me habían dejado satisfecha del todo y la idea de contratar a una prostituta transexual para esta vez sí podérmela follar me seducía mucho, puesto que quería encontrar una buena herramienta, ir a lo seguro (sin pensar que después la vida me pondría en la boca verdaderas pollas sin yo buscarlas apenas).