jueves, 17 de noviembre de 2016

Como naci

Autora: Monica


 Desde que tengo uso de razón recuerdo que me atraían mucho las prendas y ropas de mi hermana, ella era un año y poco mayor que yo; cuando ella se iba a casa de alguna amiga a jugar yo me metía en nuestra habitación (compartíamos la misma habitación) y me probaba sus vestiditos por encima de mi ropa, eso era al principio, luego solía ponerme sus zapatos, mas adelante me ponía sus ropas e incluso su ropa interior, hasta llegar el día en que me vestía por completo como mi hermana; mis padres no sospechaban que yo pasase tanto tiempo en la habitación porque nunca he tenido muchos amigos y pasaba mucho tiempo en mi casa jugando con mis juguetes de niño, aunque más de una vez estando vestida de chica e jugado con las muñecas de mi hermana.

Cuando yo tenia unos once años nuestros padres nos dejaron una tarde solos con nuestra abuela, mi hermana se enfado mucho porque se quería ir a casa de una amiga a jugar y no la dejaron por lo que se fue a la habitación, yo fui para allá y me dio mucha pena ver a mi hermanita llorando y le dije que si ella quería yo jugaba con ella a las muñecas, a lo que me respondió que no es lo mismo jugar con un chico que con una chica, entonces me di la vuelta para irme cuando se me ocurrió decirle que eso se podía arreglar vistiéndome yo de chica, ella me miro con una pequeña sonrisa como diciendo "tu estas tonto o que?" y dijo "bueno por probar", se levanto del suelo y de su armario empezó a sacar todo lo necesario unas braguitas, una camiseta, unos leotardos, una falda de cuadros tableada que me encantaba, una blusa blanca con unos dibujos bordados y unos zapatos negros de charol con una moña muy bonitos, yo le dije que se saliera para cambiarme y ella me contestó que somos hermanos y no había porque tener vergüenza, cuando me estaba poniendo los leotardos vio mi torpeza y me dijo como me los tenia que poner. Cuando termine me paré delante y le pregunté que le parecía y me dijo que me faltaban unos detalles y me puso una diadema roja y unos pequeños pendientes de clip, una vez puestos me miró de arriba abajo y me dice " te ves muy bien hermanito, bueno perdón hermanita" cuando me dijo eso yo me sentí muy feliz, "ahora te tengo que buscar un nombre porque mi hermana no se puede llamar Ma...... (prefiero no dar mi nombre de varón) que te parece Mónica" me gusta le dije yo, y pasamos toda la tarde jugando como dos buenas hermanas.


Cuando llegó el verano mi padre se tuvo que ir de viaje casi todo el mes de Julio y mi madre entraba a trabajar a las 10 de la mañana y salía a las siete y nos prohibió salir de casa, el primer día no pasó nada pero al segundo día mi hermana empezó a decir que se aburría y yo le pregunte que si se acordaba de aquella tarde, ella me dijo que había sido un juego para pasar la tarde y que como me iba a vestir todo los días de chica, yo le dije que me lo pase muy bien jugando y que estaba dispuesto a ser su hermana durante el verano y de ese modo no nos aburriríamos ninguno, ella acepto y pase todo el verano, cuando no estaban nuestros padres como una chica.

Fue pasando el tiempo, cada vez que estábamos solos me vestía de chica, e incluso en el colegio me iba con mi hermana y sus amigas, a las que le había contado que yo en la intimidad era su hermana Mónica. Un día las amigas de mi hermana dijeron que querían conocer a Mónica y que porque no se venia a merendar el sábado por la tarde, mi hermana no me dejo contestar y les dijo a sus amigas "mañana conoceréis a mi hermanita Mónica", yo no sabia ni que hacer ni que decir; el sábado por la mañana mi hermana salió de casa y yo no me acordaba de lo de por la tarde, después de comer mi hermana me pidió que fuera a la habitación y me dijo "hermanita vamos empezar a vestirnos ¿no? que mis amigas te quieren conocer" "tú estas loca- fue lo primero que dije- que dirán papa y mama cuando me vean y que pensará la gente de mi" ella me contestó "papa y mama no tienen porque enterarse ya que podemos salir sin que nos vean y la gente no dirá nada ya que pareces una niña cuando te pones mi ropa y con esto – sacó una peluca de una bolsa- lo parecerás más" casi sin darme cuenta empezó a vestirme y cuando me vi en el espejo estaba guapísima, con un vestido celeste de flores y unas sandalias blancas preciosas y cuando me puso la peluca ya no había duda de que yo era una niña; salimos de mi casa, por suerte el salón esta al final y nuestro cuarto casi al principio de la casa, y mis padres no me vieron, ya en la calle tenia la sensación de que todo el mundo me miraba y cuando llegamos a donde estaban las amigas de mi hermana lo primero que hicieron fue reírse a carcajadas, a mí me dieron ganas de empezar a llorar y salir corriendo, pero mi hermana me sujetaba y conforme iba pasando el tiempo yo me fui acostumbrando e incluso ellas empezaron a tratarme como una mas.

Cuando llegamos a casa mi hermana me preguntó como estaba y que me había parecido ser una chica, yo le dije que estaba muy bien y que me había gustado mucho aunque al principio lo pase muy mal y le pregunté si podía salir con ella y sus amigas mas veces, ella me dijo que sí, pero yo le dije salir como tu hermana Mónica no como tu hermano, por unos segundos se quedo callada y empezó a reírse y me dijo "vaya con que te gusta ser una chica" me dijo que por parte de ella no había ningún problema pero que no sabia que dirían sus amigas, cuando les preguntó todas aceptaron menos una, y como la unión hace la fuerza le dijeron que se fuera del grupo. De este modo fueron transcurriendo mis primeras ocasiones de ser mujer, durante la semana deseaba que llegará el fin de semana y ser la mujer, mejor dicho la niña, que llevaba dentro.

Cuando ya tenia yo catorce años, mi hermana dejó de salir a merendar y empezaba a salir por las noches y yo también salía pero como una muchacha de quince años. Una tarde de un sábado me dice mi hermana "ya eres mayorcita para parecer una niña y va siendo hora de que parezcas una mujer –sacó dos bolsas del armario- esto es para ti" lo primero que sacó fue un sujetador con un pequeño relleno, luego unas bragas a juego, una caja de compresas, un joyero y un aparatito de esos que se usan para ponerles pendientes a los niños chicos, empezó a vestirme con un vestido negro algo corto y me dio unos sandalias con un poco de tacón, me pinto ligeramente los ojos y los labios y me dice siéntate que te voy a poner los pendientes, yo le dije "papa y mama" y ella me dijo "¿qué? Cuantos muchachos hay que usan pendientes" me deje llevar, me dolió un poco pero el resultado valió la pena, mirándome al espejo me veía en una nube, estaba súper bien, pero mi hermana me hizo bajar de la nube " hummm, pronto vas a necesitar una depilación y no solo de las piernas, pero por hoy puede valer" salimos a la calle y yo estaba también que no me acordaba de que era un chico y menos cuando se nos acercaban otros chicos para hablar. Al sábado siguiente mi hermana me levantó a las nueve y me dijo vístete que nos vamos, me vestí de chico y nos fuimos hasta un salón de estética, entramos y le dicen a mi hermana "Nuria enseguida os atendemos" a los cinco minutos salieron dos chicas y una le dice a mi hermana "Nuria tu ven conmigo y tu hermano que vaya con Sole" yo me imaginaba lo que iba a pasar, me hicieron pasar a una sala donde había una camilla y unos aparatos y me dice la estecista "Muy bien vete desnudando por completo y te pones estos slips de un solo uso para que no se manchen los tuyos, por cierto me llamo Sole y tu M......... ¿no?" "Sss..si" dije muy nervioso y se marchó, yo hice lo que me dijo me desnude y me puse aquellos slips que parecían de papel "¿Estas listo?" escuche al otro lado de la puerta yo dije que sí y ella entró "Muy bien- empezó a decirme- túmbate boca arriba, bueno, así que practicas natación y necesitas desprenderte de todo el vello, pues cada vez son mas los hombres que se depilan...." siguió hablándome yo no podía articular palabra, lo primero que dije fue "Ah" cuando me tiró de la primera banda de cera, y así fue una tras otra hasta dejarme todo el cuerpo sin un solo vello, luego me hecho una especie de aceite para bajar la irritación el cual me dejo el cuerpo súper suave y me entro una excitación tremenda, cuando salimos mi hermana y yo me pregunta "¿después de esto quieres seguir siendo una chica?" sin pensarlo yo le dije que si, además sentía mi cuerpo fenomenal sin un vello.

Así fue transcurriendo mi vida, hombre durante la semana y mujer los fines de semana y en la intimidad con mi hermana, me sentía mujer hasta tal punto que muchas veces mi hermana me tenia que avisar porque me quedaba embobada viendo a otros chicos, yo ya tenia 16 años, mi hermana 17 y un novio tres años mayor que ella, llevaban mas de un año juntos y además se conocían de toda la vida por que había sido vecino nuestro.

Una noche de Septiembre llegamos las dos a casa dos horas mas tarde de la hora y nos fuimos directas para nuestra habitación pero, cual fue nuestra sorpresa cuando vimos a nuestros padres en la habitación, lo único que pensé fue "tierra trágame", mi padre salió de la habitación ladeando la cabeza de lado a lado y mi madre lo único que nos dijo fue "acostaros y mañana hablamos", mientras nos cambiábamos le dije a mi hermana "creo que la hemos cagado y que este es el final de Mónica" "no se- dijo ella- quizás te comprendan, buenas noches hermanita"

A la mañana siguiente nuestros padres no esperaban en el salón y nos hicieron un interrogatorio:

Mi padre: "primero ¿qué horas de llegar eran las de anoche?"

Mi hermana: "estuvimos en la disco de siempre (una de un pueblo) pero a la vuelta había habido un accidente y Pedro (el novio de mi hermana) tuvo que dar un rodeo muy grande"

Mi padre: "¿ y tu que hacías vestido de esa forma?"

Mi hermana intento contestar pero mi padre la mando callar y me dijo que contestara yo, respiré hondo y dije "me gusta sentirme mujer, además quiero llegar a ser una mujer"

Mi padre: "Ja, mírate en la entrepierna ¿qué es lo que tienes? tienes un pene y unos testículo no una vagina, eres un hombre y no pienso permitir que mi hijo sea un marica ni un travesti, y tú- refiriéndose a mi hermana- me he enterado de que estas saliendo con Pedro, ese.......-dijo una serie de cosas que no vienen al cuento aquí- te prohíbo que lo veas" y nos mandó a nuestra habitación sin dejarnos hablar, mi hermana empezó a llorar, estuvimos dos semanas sin salir hasta que llego el cumpleaños de mi hermana, cumplió 18 y cuando estábamos comiendo la tarta dijo "ya que tengo 18 años y que en esta casa no puedo hacer muchas cosas he decidido irme de casa" mi padre se puso rojo como un tomate de furioso se levanto pero se volvió a sentar y dijo muy tranquilamente "vale tienes 18 años y te quieres ir de casa, vete, pero ni se te ocurra venir por aquí a pedir nada, ni dinero, ni comida, ni nada de nada" ella se levanto muy contenta y dijo "vale", mi madre que no había hecho ningún comentario en este tiempo se levanto y se fue llorando para la cocina; mi hermana se fue a vivir con el novio que compartia piso con un hermano suyo que tenia unas zapaterias, dejo lo estudios y empezó a trabajar en una de las tiendas del hermano de Pedro.

Un día, sábado, mi hermana me invitó a comer a su casa y me dijo " sé que hechas mucho de menos a Mónica – desde la noche que nos descubrieron no había vuelto a ser Mónica y habían pasado ya dos meses- por eso te propongo que si quieres puedes venir aquí a mi casa y convertirte en Mónica" yo me levante y me comí a besos a mi hermana dándole las gracias.

Al cabo de un tiempo, un día de Julio por la mañana yo me había transformado en Mónica y me había ido con mi hermana a la zapatería, no entraba casi nadie y estábamos las dos en el almacén cuando oímos que entraba alguien, mi hermana me pidió que saliera yo y me quede de piedra cuando vi a mis padres en la zapatería, salió mi hermana y cuando los vio les pidió por favor que no montaran un numerito en la tienda, se dieron la vuelta y se fueron, yo me metí llorando en el almacén y mi hermana me pregunto que me pasaba, yo le dije "papa me va a matar cuando llegue a casa".

Cuándo llegué a mi casa no me atrevía ir al salón donde estaban mis padres, pero me llamaron, fui y dice mi padre "creo que te dije que no iba a permitir que mi hijo fuera un travesti marica ¿No?" yo le dije con lagrimas en los ojos " yo no soy un travesti marica, yo me siento mujer y quiero ser mujer, pero si tu quieres esperare unos meses hasta tener 18 años y me iré de esta casa para así poder ser más feliz" mi padre se levanto dio un fuerte golpe en la mesa y gritando me dijo "¡esta bien! si quieres ser un maricón de mierda –esa expresión con la que mi padre se refirió a mí me dolió mas que si me hubiera dado una paliza- puedes serlo, pero fuera de esta casa, si te quieres ir ¡vete ya! prefiero no tener hijos a tener un maricón y una puta como hijos, pero una cosa te digo no vengas aquí a pedir nada" me fui llorando a mi habitación y empecé a meter en una maleta algunas cosas, en eso entra mi madre y me dice que no me vaya y le contesté que yo no podía vivir en una casa donde no me comprendían y que ese hombre no era mi padre, mi madre no se movió y cuando terminé dije "me voy" mi madre me abrazo y me dio unos cuantos besos mientras me decía que tuviera cuidado..... y desde el fondo solo oí "adiós puto"

llegué a casa de mi hermana y le conté llorando lo que había pasado, ella me abrazó y me dijo, "míralo de este modo, por fin vas a poder ser Mónica a tiempo completo", yo lo pensé y me llené de alegría.

Empecé a trabajar en la zapatería con mi hermana, al cabo del tiempo ya tenía mi pelo largo y el suficiente dinero ahorrado como para operarme y ponerme dos pechos de silicona, como apenas tenía gastos, ya que compartíamos los gastos del piso entre cuatro, iba ahorrando y haciéndome cosas para feminizarme mas, me depilé por láser todo el cuerpo, me puse las prótesis de silicona en el pecho y también en las nalgas, para subir mi culito un poquito, y ya he empezado con el tratamiento para la operación de cambio de sexo, por ahora estoy tomando un tratamiento hormonal.

Al vivir en casa de mi hermana con su novio y el hermano de este hemos acabado los dos saliendo juntos, aunque me lleva cinco años de edad, ahora mismo él tiene 25 años y yo 20, me trata como a toda una mujer y me esta apoyando al cien por cien en el tema de la operación. Aunque he tenido relaciones con mas hombres, él fue el primero con el que las tuve, él desvirgó mi culito y su polla fue la primera que me comí, no profundizo en los temas de relaciones sexuales ni con lo hombres que he estado porque a fin de cuentas es casi lo mismo que en el resto de relatos, yo solo quería contar mi historia

Llevaba ya algún tiempo viviendo con mi hermana en casa de su novio y del hermano de este, yo aun no sabía lo que era estar con un hombre; apenas salía por ahí a divertirme y a tomar copas, ya que mi hermana se iba con Pedro y todas mis amigas tenían novio, yo sentía que estorbaba.

Un sábado por la noche mi hermana y su novio se disponían a salir, yo estaba en el salón viendo la tele y Rubén (el hermano de Pedro) estaba sentado delante del ordenador, al vernos nos preguntaron que si nos íbamos a quedar allí toda la noche, yo asentí con la cabeza sin dejar de mirar a la tele y Rubén dijo que otra cosa mejor podía hacer (había discutido con la novia), entonces mi hermana mirando a Pedro nos dijo que fuéramos con ellos, que iban a ir al cine y después a cenar, yo dije que no quería estorbar a lo que Pedro me contestó que podíamos ir como dos parejas, yo miré a Rubén y el, como de mala gana, dijo "mejor que destrozarme la vista aquí delante". Mientras me vestía pensaba de que iba a hablar con él ya que apenas hablábamos, me puse una falda negra lisa por encima de las rodillas, una blusa blanca bastante ajustada, unas sandalias negras con medio tacón y le cogí a mi hermana una rebeca negra por si hacía frío por la noche, ya que era mediados de octubre, me maquillé, eché en el bolso lo básico y salí al salón, allí estaba ya Rubén que vestía un pantalón beige y un polo burdeos, al verme me dedicó un silbido que hizo que me pusiera colorada.

La sesión de cine pasó sin más y fuimos a cenar a una pizzería, a la hora de pagar Pedro puso lo suyo y lo de mi hermana, yo saqué mi monedero del bolso pero Rubén me dijo "no pagues, no puedo permitir que una mujer tan guapa como tu pague lo suyo, te invito" lo primero que pensé fue "este no es el Rubén que yo conozco" ya que casi ni me hablaba en casa. Salimos de la pizzería y mi hermana propuso ir a tomar unas copas, ella iba delante con Pedro y yo detrás con Rubén, para romper el hielo empezó a preguntarme como me iba en la zapatería, de la que él era el dueño, poco a poco me preguntó si había tenido ya relaciones, yo le dije que, por decirlo de algún modo, a mis 18 años aun era virgen y el dijo que no se explicaba como una muchacha con ese cuerpo aun no había estado con un hombre.

Llegamos al pub, pedimos las primeras copas y me dispuse a pagar la mía, Rubén me lo impidió diciéndome que esa noche él me invitaba, nos sentamos en una mesa y seguimos hablando, pusieron música lenta y mi hermana y Pedro se fueron a bailar, Rubén me propuso bailar, yo le dije que no sabía y el me dijo que no hacía falta saber y me cogió de la mano y me llevó hasta la pista, me cogió fuertemente por la cintura y me hizo poner mis brazos en sus hombros alrededor de su cuello, se me acerca al oído y me dice "deja que la música te lleve", yo estaba en la gloria abrazada a un hombre sintiéndome suya, apoyé mi cabeza en su pecho para disfrutar del momento, cuando terminó la canción me separó ligeramente de él y me dio un pequeño beso en los labios, yo me quedé helada y no me dio tiempo a reaccionar hasta que cogiéndome la mano me llevó hasta la mesa, ninguno hizo comentario sobre el beso; salimos del pub y mi hermana me pidió la rebeca, yo se la di y empezamos a caminar hacia casa, yo crucé mis brazos porque hacía un poco de frío, al verme Rubén me pregunta si tenía frío yo asentí con la cabeza y siento como me hecha el brazo por encima y se pega a mí "¿mejor?" me pregunta, yo le miro y le dedico una sonrisa de afirmación.

Llegamos a casa, mi hermana y Pedro se fueron a su habitación, Rubén iba para la suya y le dije "gracias" "¿por qué?" preguntó "lo he pasado muy bien –contesté- y me ha gustado como me has tratado" "¿a qué te refieres?" "me has tratado como a una mujer" lentamente se acercó a mí poniendo una mano en mi cintura y la otra en mi nuca me beso, esta vez pude reaccionar y con mi lengua empecé a buscar sus labios a lo que él reaccionó abriéndolos y buscando con su lengua la mía, nuestras lenguas se abrazaban igual que nosotros y nuestras salivas se mezclaban como nuestros cuerpos, no sé cuanto tiempo estuvimos besándonos hasta que nos separamos y me pregunta "¿quieres que te siga tratando como a una mujer?" yo le respondí dándole un beso en los labios; fuimos hasta su habitación y una vez allí volvimos a besarnos, Rubén empezó a acariciar mis pechos y a desabrochar mi blusa, mientras yo, ni corta ni perezosa, dirigí mi mano a su paquete y empecé a masajeárselo por encima del pantalón, se notaba grande, cuando le había aflojado el pantalón fui recorriendo su cuerpo con besos hasta llegar a su paquete y se lo besé por encima del pantalón, yo estaba fuera de mi, le bajé el slip y ante mi apareció una enorme polla, me quedé mirándola ya que era la primera que veía en vivo, Rubén al verme me dijo "no te asustes, no muerde", con una mano le cogí la polla y con la otra le agarré los huevos que difícilmente me cabían en la mano, yo no sabia como empezar, así que lentamente le fui besando todo el tronco, recreándome en el glande y jugando con mi lengua en esa rajita de la que ya salía un liquidito, con miedo lo probé con mi lengua y me gustó, así que decidida me metí ese fresón en la boca y empecé a chuparlo como si fuera un caramelo, me sentía como el niño que prueba por primera vez una golosina, Rubén me tenia sujeta la cabeza y yo subía y bajaba mi boca por su polla hasta que me la retiró y me dice "vamos a la cama, estaremos mas cómodos" yo me puse en pie y vi como el se desvistió corriendo, yo me desnudé lentamente delante de él y veía que no me quitaba el ojo de encima, me lo quite todo menos las bragas.

Me tumbé en la cama, lo abracé y nuevamente nos besamos, él seguía jugando con mis pechos ya totalmente liberados y yo empecé a masturbarlo, Rubén dirigió una de sus manos a mis bragas y acarició mi paquete, que ya estaba muy gordo, yo me paré y le retiré la mano diciéndole que por ahora prefería que no me tocase eso, me miró un poco extrañado pero volvió a besarme y llevó la mano hasta mi culo, cuando encontró mi agujerito empezó a rozarlo con un dedo y eso me hizo soltar un gran gemido. Yo volví a dirigir mi boca hacia su polla y él me besaba toda la entrepierna, sin tocarme mi polla ni mis huevos, mientras seguía rozándome el agujero de culo con un dedo; al rato la respiración de Rubén se aceleró y su polla empezó a soltar unos chorreones de leche que cayeron en mi boca, intenté escupirlos pero cuando los probé me enloquecieron y empecé a chupar como si me estuviera bebiendo un refresco con una cañita

Me dejé caer bocarriba en la cama y Rubén empezó a besarme los pies hasta que me preguntó "¿quieres que te haga ya sentirte como una mujer?" yo me quedé callada unos segundos y le dije "por una parte estoy deseando pero por otra parte me da miedo que me puedas hacer daño" él se levantó, se acercó a mí y me dice "Mónica –me da un beso- me lo estoy pasando muy bien y me estas gustando mucho, no sería capaz de hacerte daño" sin yo contestar se levantó de la cama y cogió una caja de condones de un cajón, yo lo vi y le dije "no hace falta, y –riéndome añadí- no hay peligro de que me quede embarazada" riéndose me dice "ya, pero esto facilitará que no te duela mucho", mientras se lo ponía le dije que me follara como a una mujer, se tumbó encima de mí besando mis tetas hasta que se puso de rodillas entre mis piernas, las cogió, las puso sobre sus hombros y retiró las bragas que cubrían mi virginal culito, "¿lista?" preguntó "cuando tu quieras mi amor" le contesté, poco a poco empezó a desvirgar mi estrecho culito, me dolía mucho pero aguantaba por que quería que me hiciera suya, en un momento solté un pequeño grito de dolor y paró la penetración por unos segundos hasta que vio que me había vuelto a relajar, entonces prosiguió con su trabajo de desvirgación, el dolor había desaparecido dando lugar al placer y yo los gritos los había sustituido por gemidos de auténtica satisfacción, cuando por fin me había penetrado entera empezó a follarme, primero suavemente metía y sacaba su polla de mi culo, que ya no era ni estrecho ni virgen, luego parecía un caballo desbocado follandome, hasta que sacó su polla de mi particular coño, como él lo llama.

Se tumbó a mi lado y con voz como de pena me dice, mientras me abrazaba por la espalda "no he llegado a correrme" yo me volví y muy picaramente le dije "follemos otra vez" me besó la oreja y levantó mi pierna izquierda, pero lo detuve "espérate –dije- quítate el preservativo" "pero...te puede doler mas" "quiero sentirte dentro de mí" se quito el preservativo y con un dedo me lleno de saliva el culo para que estuviera un poco mas lubricado y empezó a follarme nuevamente, apenas me dolió y la sensación de tener esa polla tocando todo mi interior hicieron que yo reventara en un orgasmo de los mejores de mi vida que se vio acompañado de un nuevo placer para mí, que fue cuando Rubén explotó en un gran orgasmo dentro de mis entrañas, giré mi cabeza y nos besamos hasta que su polla salió sola de mi culo.

"Voy a lavarme" me dijo, mientras yo aproveché para cambiar la ropa de su cama y lavarme en el servicio de mi cuarto. Cuando me estaba poniendo el camisón Rubén entró en mi habitación y me invitó a dormir con él esa noche. Fuimos a su cuarto nos acostamos, nos besamos y abrazados nos quedamos dormidos.

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